El Rincón de la Ciencia, Tecnología y el Conocimiento

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Publicado por El Rincón de la Ciencia, Tecnología y el Conocimiento en Jueves, 21 de julio de 2016

FRASES DE CIENCIA

sábado, 22 de octubre de 2011

HISTORIA DEL AGUA EMBOTELLADA: ¿Por qué consumimos un producto mucho más caro, menos sostenible y que a veces sabe peor?


“En el mundo entero hay mil millones de personas que no tienen acceso a agua potable. Sin embargo, nuestras ciudades se están gastando millones de dólares para resolver el problema de todas las botellas de plástico que desechamos” 
“En muchas ocasiones, el agua embotellada está sujeta a menos controles que el agua del grifo y su precio es unas 2.000 veces mayor” 
“Si las empresas quieren seguir creciendo, tienen que vender más y más cosas. En los años 70, los gigantes de las bebidas no alcohólicas empezaron a preocuparse al ver que la demanda se estabilizaba. Un individuo no puede beber más de una cierta cantidad de refrescos (…) Las principales estrategias de la creación de demanda de agua embotellada son asustarnos, seducirnos y engañarnos. Una vez se ha creado la demanda y el consecuente mercado multimillonario, lo defienden destruyendo a la competencia. Sólo que, en este caso, LA COMPETENCIA ES NUESTRO DERECHO HUMANO A UN ACCESO A AGUA POTABLE, limpia y saludable”
 “Ha llegado el momento de volver al agua del grifo. Tenemos que comprometernos a no comprar agua embotellada a no ser que el agua de nuestras comunidades esté realmente contaminada” 
“Esta es una oportunidad irrepetible para que millones de personas despierten, para proteger nuestros bolsillos, nuestra salud y el planeta” Annie Leonard



Este gran trabajo es de Annie Leonard y su equipo: Historia del agua embotellada (The Story of Bottled Water).
Su primer vídeo, Historia de las cosas, tuvo una espectacular repercusión e hizo que millones de personas descubriesen el lado oscuro de nuestra economía y lo que genera en el planeta y en las personas nuestra espiral insostenible de consumo, y en esta ocasión hacen una autopsia al mercado del agua embotellada, sus objetivos, sus estrategias y sobre todo, sus implicaciones globales.
Merece la pena verlo (arriba está subtitulado y abajo doblado al español), digerirlo y reflexionar sobre nuestro consumo de agua embotellada y las alternativas que tenemos como sistemas domésticos de potabilización del agua -en caso de ser necesarios-.
Los datos son claros: mientras una de cada 6 personas no tienen acceso al agua potable y beber agua contaminada mata más que la guerralos países desarrollados se han lanzado al consumo de agua embotellada a pesar de la alta calidad del agua del grifo, en general, y del altísimo precio – el metro cúbico envasado cuesta 2.000 euros; de la cañería, un euro-.
Los expertos indican que este hábito es, a parte de absurdo, muy peligroso pòr su gran impacto ambiental (tres millones de toneladas de plástico se usan para embotellar agua en todo el mundo) y porque representa “un arma social y de desarrollo de doble filo” ya que puede frenar las presiones internacionales para proporcionar agua segura a todos los seres humanos: el agua embotellada nunca debería sustituir al suministro público.
¿Cómo hemos llegado a pagar por algo que tenemos gratis y en muchos casos de mejor calidad?
Annie Leonard lo explica en Historia del agua embotellada de forma clara, pedagógica yperfectamente documentada.
Para hacer negocio ante el límite de consumo de los refrescos, las empresas de bebidas se propusieron competir con el agua del grifo y para ello crearon una DEMANDA ARTIFICIAL mediante 3 estrategias: generar miedo, seducirnos con publicidad aspiracional y engañarnos respecto al origen, sabor y calidad de muchas aguas embotelladas.
Y este negocio redondo pasa una factura muy grande al planeta en la energía consumida para la producción de botellas, transporte y residuos que globalizamos en países pobres.
Ser conscientes de este tema y demandar mejoras en la calidad del agua pública son varias de las soluciones que nos proponen estos activistas con la convicción de que es una batalla que los consumidores conscientes podemos ganar al Sistema si nos lo proponemos.
Esta es la transcripción en inglés del vídeo y reproducimos abajo el texto en castellano, tomado de este blog.
Esta es la historia de un mundo obsesionado con las cosas. Es la historia de un sistema en crisis. Estamos destrozando el planeta, estamos destruyéndonos los unos a los otros y encima ni siquiera estamos disfrutando. La buena noticia es que cuando empecemos a comprender cómo funciona el sistema también empezaremos a ver mil formas de darle la vuelta a los problemas para encontrar soluciones. 
Uno de los problemas de intentar utilizar menos cosas es que a veces tenemos la sensación de que las necesitamos de verdad. Por ejemplo, si vives en una ciudad como Cleveland y quieres beberte un vaso de agua, ¿te vas a arriesgar a tomarla del grifo? ¿O mejor te compras una botella de agua Fiji? 
Fiji estaba convencida de que la respuesta a esta pregunta era obvia, así que creó toda una campaña de marketing que resultó ser una de las estrategias más absurdas de la historia de la publicidad. A la ciudad de Cleveland no le gustó ser el objeto de las bromas de las botellas de Fiji, así que llevó a cabo unos análisis cuyos resultados indicaron que un vaso de agua Fiji es de calidad inferior, sabe peor y cuesta miles de veces más. 
Esta es una historia que se repite cada vez que se compara el agua del grifo con el agua embotellada. ¿Cuál es más limpia? A veces una, a veces la otra. En muchas ocasiones, el agua embotellada está sujeta a menos controles que el agua del grifo. ¿Cuál sabe mejor? En diferentes pruebas que se llevaron a cabo en todo el país, el consumidor prefería de forma sistemática el sabor del agua del grifo. 
Las empresas comercializadoras de agua embotellada afirman que solamente cumplen con la demanda del consumidor. Pero, ¿quién demanda un producto que sabe peor, que es menos sostenible y mucho más caro? Y menos aún cuando ese mismo producto lo tienes de forma casi gratuita en tu propia cocina. 
El precio del agua embotellada es unas 2.000 veces mayor que el precio del agua del grifo. ¿Te imaginas pagar dos mil veces más el precio de cualquier otra cosa? ¿Un sándwich de 10.000 dólares? 

 Sin embargo, el consumidor en EEUU adquiere más de 500 millones de botellas de agua semanales, cantidad suficiente para darle la vuelta al mundo cinco veces. ¿Cómo es posible? 
El origen de todo esto es el funcionamiento de nuestra economía, y uno de sus motores, la denominada “creación de demanda”. Si las empresas quieren seguir creciendo, tienen que vender más y más cosas. En los años 70, los gigantes de las bebidas no alcohólicas empezaron a preocuparse al ver que la demanda se estabilizaba. Un individuo no puede beber más de una cierta cantidad de refrescos. 
Además, ¿cuánto tiempo iba a transcurrir hasta que nos diéramos cuenta de que estas bebidas no son tan saludables como nos quieren hacer creer y volviéramos a beber agua del grifo? Las grandes empresas encontraron la solución en un producto de diseño que la mayoría de la sociedad se tomó a broma. ¡Pero si el agua es gratis! Se dijeron los consumidores. ¿Qué será lo próximo que nos vendan? ¿Aire?
 Así que ¿cómo logras que la gente compre estos productos? Es muy sencillo: creas la demanda. Imagínate que diriges una empresa de agua embotellada. Como la gente no va a hacer cola a tus puertas para gastarse su dinero, ganado con el sudor de su frente, en un producto innecesario, les haces sentir miedo e inseguridad ante el hecho de no tenerlo. Así lo hizo la industria del agua embotellada. Una de sus primeras estrategias de marketing fue asustar a la gente con la calidad del agua del grifo, mediante anuncios tales como la campaña de Fiji en Cleveland. 
“Cuando esto acabe”, afirmó un gran ejecutivo de la industria, “el agua del grifo habrá quedado relegada a la ducha y a lavar la vajilla”. 
Entonces maquillas la realidad mediante imágenes fantásticas. ¿Alguna vez te has dado cuenta de cómo la industria del agua embotellada intenta seducirnos mediante imágenes de manantiales de la montaña y de naturaleza salvaje? Pues adivina de dónde proviene un tercio de toda el agua embotellada de los EEUU: del grifo. Aquafina, de Pepsi, y Dasani, de CocaCola, son dos de las muchas empresas que comercializan agua del grifo filtrada. 
Pero la estrategia va más allá. En un reciente anuncio a toda página de Nesté, la empresa afirmaba: “El agua embotellada es el bien de consumo más respetuoso con el medioambiente”. 
¿Cómo? ¡Se están cargando el medioambiente a lo largo de todo el ciclo de vida del producto! ¿Cómo se entiende que eso sea respetuoso con el medioambiente? 
El problema comienza con la extracción y producción del petróleo necesario para fabricar las botellas de agua. La producción de las botellas de agua que se consumen en EEUU en un año requiere una cantidad de petróleo que bastaría para llenar el depósito de un millón de automóviles. Toda esa energía se consume en la producción de la botella, después hay que transportarla por todo el planeta, y todo para que nos la bebamos en unos dos minutos. 
Esto nos lleva al enorme problema del otro lado del ciclo de vida: los residuos. ¿Qué ocurre con todas estas botellas una vez las hemos utilizado? El 80% acaba en los vertederos, donde se tardarán miles de años en descomponerse, o son incineradas, liberando gases contaminantes tóxicos. El resto se recoge para ser reciclado. 
Una vez sentí curiosidad por saber a dónde iban a parar todas las botellas que tiraba al contenedor de reciclaje y descubrí que se enviaban a la India. Así que me fui para allá. Nunca olvidaré el recorrido que hice, sobre una colina a las afueras de Madras, donde me topé con una montaña de botellas de plástico provenientes de California.



Un verdadero reciclaje transformaría estas botellas en nuevas botellas, pero esta no es la realidad de lo que está ocurriendo. Allí, las botellas se “infrarreciclan”, es decir, se transforman en productos de menor calidad que después acabarán siendo triturados. Las partes que no pueden “infrarreciclarse” sencillamente se desechan. Si las empresas de agua embotellada quieren usar imágenes de montañas en sus etiquetas, sería más apropiado que mostraran estas montañas de residuos plásticos. 
ASUSTARNOS, SEDUCIRNOS, ENGAÑARNOS. Estas son las principales estrategias de la creación de demanda. Una vez se ha creado la demanda y el consecuente mercado multimillonario, lo defienden destruyendo a la competencia. Sólo que, en este caso, la competencia es nuestro derecho humano a un acceso a agua potable, limpia y saludable.
 El vicepresidente de Pepsi afirmaba literalmente: “nuestro peor enemigo es el agua del grifo”. Nos quieren hacer creer que está sucia, y que el agua embotellada es la mejor alternativa. En muchos sitios el agua del grifo realmente está contaminada gracias a las industrias contaminantes tales como la industria productora de botellas de plástico. Y estos empresarios del agua embotellada están encantados de poder ofrecer sus carísimas soluciones, que nos mantienen enganchados a sus productos. 
Ha llegado el momento de volver al agua del grifo. Tenemos que comprometernos a no comprar agua embotellada a no ser que el agua de nuestras comunidades esté realmente contaminada. Sí, hay que hacer un pequeño esfuerzo para rellenar la botella reutilizable antes de salir de casa, pero podemos hacerlo. 
Después, da un segundo paso: únete a una campaña que exija soluciones reales, como la inversión en infraestructura pública para que todos tengamos agua potable. El agua de EEUU tiene un déficit de financiación de 24.000 millones de dólares, en parte porque la gente cree que el agua potable sólo proviene de las botellas. 
¿Por qué no gastar ese dinero en la mejora de nuestros sistemas de agua, o en evitar la contaminación? 
Hay muchas más cosas que podemos hacer para resolver el problema. Presiona a los representantes políticos para que vuelvan a colocar fuentes de agua potable.Lucha para que tu escuela deje de comprar agua embotellada, o tu asociación, o toda tu ciudad.
 Esta es una oportunidad irrepetible para que millones de personas despierten, para proteger nuestros bolsillos, nuestra salud y el planeta.La buena noticia: LA LUCHA HA COMENZADO. La demanda de agua embotellada está cayendo, mientras que las ventas de botellas reutilizables han aumentado.Los restaurantes empiezan a servir agua del grifo, y la gente escoge ahorrarse los cientos de miles de dólares que estarían derrochando en agua embotellada. Consumir agua embotellada pronto estará tan mal visto como una mujer embarazada fumando, ahora que contamos con información. 
La industria del agua embotellada está preocupada porque se les ha acabado el chollo. Ya no vamos a dejarnos engañar por su estrategia de creación de demanda. Vamos a escoger nuestra propia demanda, y demandamos agua limpia y segura para todos.

En El Blog Alternativo: Artículos sobre el agua embotellada
Más información: El País (Negocio redondo), El País (Agua mineral a precio de gasolina), El MundoEco-Microsiervos y Telegraph
Y para quienes quieran profundizar en este tema, recomendamos ver el documental “FLOW: POR AMOR AL AGUA” resumido aquí.

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